História
CAN PANYELLA DESDE EL SIGLO XIII HASTA LA ACTUALIDAD
Can Panyella es una obra protegida como bien cultural i de interés local.
Antiguamente era una masía compuesta de tres casales rectangulares pegados, cubiertos a dos vertientes.
El de vivir, el del ganado y el de las bodegas.
En el de vivir y en el del ganado se adivina su procedencia del siglo xv, constante de planta y piso, con portal adovelado, ventanas cortadas, gran entrada y gran sala repartidora de las habitaciones superiores.
El casal de las bodegas, de una sola planta y muy espacioso, constenía 60 barricas y tres lagares.
Al lado había una era de batir con una choza de traza muy primitiva.
Había tenido un fuego de rollo con escaños del que sólo quedó una graciosa chimenea exterior.
Por los documentos conservados en el Mas Lledoner de Vallirana, antiguos propietarios de la casa, sabemos que a finales del siglo XVIII, hacia 1763, la heredera de Can Panyella, Maria Panyella y Bellagarda, se casó con uno de los herederos Romagosa del Lledoner.
La documentación más antigua es un pergamino del año 1230 en una venta de una pieza de tierra sobre el mas Ricolf.
Desconocemos por ahora el paso de los Ricolf a los Pujol.
En 1337 se menciona un Pere Pujol de la masía Ricolf y su esposa Elisenda y una de las hijas Guillema.
En 1376 Gueraba Pujol, hija de Pere Pujol, viuda de Guillem Codorniu, que testó en 1367 haciendo heredero a su Pere Codorniu, hace una donación.
Los Codorniu continúan hasta Angelina Codorniu que hizo capítulos matrimoniales (1436) con Ponç Penyella, de Begues, hijo de Guillem y de Dolça.
El señor de Gelida, Antoni Bertran, en 1453 establece las masías Martí y Ricolf aglevadas a los cónyuges Angelina Codorniu, propietaria, y Ponç Penyella.
Los Penyella continúan hasta el siglo XVIII Maria Penyella y Bellagarda que se casó con el heredero del Lledoner (Vallirana) Josep Romegosa i Muntaner.
El padre de la última heredera, Pau Penyella, confiesa la masía Martí a los señores de Gelida en 1736. Los Romegosa.
Los Anguela, oriundos de Alió (Alt Camp), eran los masoveros que después adquirieron la propiedad a los Romegosa en el siglo XX.
Los Anguela fueron cambiando poco a poco la casa dedicandòse a los viñedos, a los arboles frutales, a los animales de granja.
Servían comidas, cenas y habitaciones a gente de paso. Como por ejemplo a trabajadores que realizaban la autopista AP-7 y pequeñas primitivas industrias.
En 1992 se dejaron los viñedos, los arboles frutales y los animales de granja. Y convirtieron la antigua bodega en un restaurante que actualmente está en funcionamiento.
En 2016 se forma de la otra parte de la casa, un hotel de 7 habitaciones donde hasta la actualidad esta siendo regentado por los Anguela Garcia y López.
